Mis periquitos.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Aeroplanos que saludo moviendo un espejo, la ropa y tu pelo se movían al mismo compás.


Si tu magia ya no me hace efecto,
¿cómo voy a continuar?
Si me sueltas entre tanto viento,
¿cómo voy a continuar?,
¿cómo voy a continuar?


________________________________

No serás capaz de odiarme,
tan sólo quería ilustrar
que quiero arriesgarme a conocerte
porque el miedo al fin cayó, al fin cedió.

No serás capaz de odiarme,
si lo he empeorado aún más
que bajen tus labios y me callen,
sino empezaremos a silbar.


miércoles, 28 de septiembre de 2011

Nuevas formas.






Al levantarse corrió hacia la ventana para abrirla de par en par y dejarse acariciar por la brisa fresca de esa hora del día. Sin embargo el calor lo impregnaba todo; tanto que apenas se oían las olas del mar ni el murmullo de la corriente. Su sentido del tacto estaba saturado de numerosas gotitas minúsculas insaciables resbalando por su axilas. No había tiempo para las otras sensaciones, pero aún así se concentró. Lo hizo tanto, que los pequeños diamantes de su piel comenzaron a crecer creando charquitas para convertirse en riachuelos. Sus pies humedecidos por el manantial que nacía del cuerpo, chapotearon alegres y refrescantes. Y ensimismada en esta alegría, suspiró. Fue tan hondo el gemido que se sorprendió. Abrió los ojos y observó la vida a través del escaparate abierto. El verano y su luz acaban de desperezarse. Sonrió y recordó la mar de niña. Sí, allí estaba, profunda y verde como tantas veces. Soñadora. Solícita a sus idas y venidas, regalándole el placer de una infancia descubridora. Caminó en zigzag y llegó a la adolescencia. Henchida de optimismo pertinaz en esa otra mar rebosante y ávida de beber la blanca espuma que ofrecía. Embriagada de elixir continuó caminando. Tropezó pesadumbres, se enfrentó a la inconstancia de procesos adversos, margulló como pudo sacando la cabeza a flote cuántas veces fueron necesarias hasta llegar a la madurez redondeando formas y limando aristas. Aceptó su propios obstáculos, el modo de proceder de ese mar que la ahogaba y del sol que la quemaba. Cambiada su configuración externa, aceptó el nuevo reto y se introdujo decidida en la marea. Había perdido las ganas de nadar, la ilusión de las contradicciones y se hundía por el aumento del peso y por sus pies sobrecargados de desesperanza. Así, cansada de guardar las formas, se muestra en este círculo que corta de raíz para vaciarse y reconstruirse en ese nuevo mar de hoy abandonado de estereotipos...

¿Quieres permanecer ahí, en la misma forma vulgar de lo cotidiano, de lo previsto, de lo establecido?...

martes, 27 de septiembre de 2011

"La perfección no se trata solo de control. También se trata de dejarlo de lado."



  • La única persona en tu camino eres tú. Es hora de dejarla ir. Piérdete.
  • Lo sentí, fue perfecto. Fui perfecta.


Puede que a veces te sientas más pequeña, acorralada y no encuentres ni una salida. 

Si te fijas al fondo, sí allí al fondo, fíjate bien.¿Ves esa luz?

Ahí está lo que buscabas.

Aunque haya obstáculos que te impidan llegar hasta ella, continúa por el camino que indica la flecha.


Los atajos solamente te corroerán más, hasta que te pierdas en ti misma.

CONTINÚA.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Y para que engañarnos.

Puede que un día nos levantemos con un pie, otro día con otro y así sucesivamente durante la vida. Basicamente en estos momentos a mí me da igual con cual de los dos comenzar el día, porque soy yo la que decide como pasar el rato.
He decidido vivir el momento, sin importarme el que dirán, apuñalar las ventanas, saltar desde un balcón, llorar boca abajo, bajar arriba, soñar despierta, comer sin hambre, reír sin motivo, querer cuando me venga en gana, pero sobre todo, no intentar recordar el pasado, rectificando, las malas rachas del pasado.



Carpe Diem. Por Miss no Personality.

martes, 20 de septiembre de 2011

Todo é silencio.


No ceo, tendo como epicentro a lanterna do faro, as gaivotas peteiraban o silencio. Había un saber burlón naquela espreita das aves do mar. Un rosmar foraxido. Íanse para logo retornar máis perto, achegándose en círculos cada vez máis insolentes. Tomaban esa confianza, partillando con xactancia un segredo que o resto da existencia prefería ignorar. Brinco mirou de esguello, divertido co escándalo das aves do mar. Sabía que el era a causa da súa excitación. Que estaban ao axexo.
Que agardaban un sinal decisivo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Y que si te extraño.

Dame un pin, una chapita o lo que quieras, pensaba que era fácil y no lo es. Querer olvidarte es lo peor que me pasó en la vida. No he derramado ni una lágrima, pero me duele...


 Te extraño.Gracias por lo bueno y por lo malo.

miércoles, 14 de septiembre de 2011


Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades.

La primera puerta es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta.

La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que "el tiempo lo cura todo" es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta.

La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.

La última puerta es la de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Siempre devolveré los besos que me deas.



jueves, 8 de septiembre de 2011

Hoy es día ocho.

Cariño hoy hace cinco meses que te conocí. Ese día comprendí que sería el primero de muchos y de momento no parece que me equivoque. Mi querido Cristian como decirte algo nuevo que no te haya dicho ya. Sobran las palabras corazón. Ahora mismo sé que eres el único que no me fallará. Porque siempre me apoyas, me abrazas, me tranquilizas, me comprendes, me soportas, me besas, me haces volar, me haces ser feliz, haces que mi mundo sea de color rosa e inumerables cosas que no me pondré a escribir porque tardaría demasiado tiempo en escribirlas.
En estos momentos eres el 90% de mí, y a este paso acabaremos siendo uno.


Te amo mi cosita linda.

martes, 6 de septiembre de 2011

Tengo un problema.

Estoy demasiado enganchada a ti.


Te amo corazón.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Pero lo que no sé...

Es  por qué me siento tan mal teniéndolo todo.




No hables como ellos no lo eres, aunque quisieras. Para ellos sólo eres un bicho raro, como yo. Ahora te necesitan, pero cuando no sea así, te marginarán como a un leproso. Mira su moralidad, su ética es una gran mentira y se olvidan a la primeras de cambio, sólo son tan buenos como el mundo les permite ser. Ya veras cuando las cosas se tuerzan, esos individuos civilizados se matarán entre ellos. Yo no soy un monstruo, sólo voy un paso por delante 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Todo ocurrió en una noche muy poco calmada.

Lo vi y corrí junto a él, a ver si me perdonaba. Lo agarré de la mano y me la soltó, además apartó su mirada. Me dolía mucho y a la vez le dije que tenía que hablar con él. Caminábamos juntos, yo quizás un poco más adelantada, y nos detuvimos frente a unas escaleras donde no había nadie.
Le pedí disculpas y  me eché a llorar, no tenía claro cual fuera mi error pero sé que a él le doliera y eso conllevaba a que a mí me comiese por dentro. Me abrazó y dijo que aún estaba peor, yo aún lloraba más.
Ninguno de los dos sabía por qué lloraba el otro, fue algo extraño.
De repente empieza a llover y ambos estuvimos de acuerdo en resguardarnos en algún lugar cercano. Él se apoyó en un seat panda de color blanco y yo metro y medio alejada de él, sobre una pared de ladrillo.
Nos quedamos en silencio mirando hacia el suelo, el anillo que le había regalado estaba en su bolsillo derecho, húmedo, por el sudor de sus manos. Fueron los cinco minutos de silencio más largos y tensos de mi vida.
Minutos después, nada más alzar la vista, lo veo cogiendo el anillo, poniéndoselo y viniéndome a abrazar.
Lo mejor fue que nada más abrazarme sus labios rozaron con los míos en un beso de corta duración tras el que vendría un te quiero.

El 90% de mí es ÉL.

El 90% de mí es ÉL.

No estamos hablando de lo mismo.

No estamos hablando de lo mismo.
A ver cuando te enteras que la felicidad no es tenerlo todo, a ver cuando te enteras de que tenerlo todo se llama ambición. Yo soy ambiciosa, pero gracias a la ambición soy feliz. Y me gusta serlo.

Que nos miren,

Que nos miren,
que se jodan.